La fuerza de la comunión

La oración de inicio de los trabajos de cada día está ritmada por la palabra de Pablo: «Nuestra carta son ustedes, carta escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los hombres…» (2Cor 3,2-6), visualizada con un montaje de diapositivas preparado con arte y amor por Sergia Ballini. Algunas palabras de Alberione actualizan cotidianamente esta carta escrita para nosotras por el “verdadero director”, que es Dios. Nos recuerdan que si nos abrimos a la escucha de la Palabra y a la acción de la gracia, nuestra misma vida de apóstoles consagradas se transforma en una carta de Dios para los hombres y mujeres de hoy.
 
Continuamos trabajando aceleradamente a nivel de continente para desarrollar propuestas operativas a realizarlas juntas. Durante los trabajos de estos días, “pequeñas yemas” presentes ya en los proyectos continentales, han comenzado a brotar preanunciando una nueva “primavera”, rica de una mayor conciencia en la fuerza que nace de la comunión y de la unidad. La sinergia de intentos es un proceso que debe ser alimentado por un continuo intercambio y confrontación para solidificar los valores comunes y el sentido de pertenencia, para hacer crecer el conocimiento y la estima recíproca con el fin de alcanzar los objetivos prefijados. Para esto son muy oportunos los momentos de encuentro.
 
En la tarde nuestros corazones se abren a la acogida de situaciones particulares, de acontecimientos, de simpáticas iniciativas y también de interrogantes que desafían a nuestra misión en el mundo. Hasta ahora nos han presentado: una experiencia sobre el proyecto China, una iniciativa de pastoral vocacional de Portugal, la celebración de los 50 años de presencia paulina en Perú, la realización de una misión bíblica en una gran parroquia de Luanda (Angola) y una experiencia de evangelización misionera en el estado de Vitória (Brasil), la celebración de Navidad con hermanos hinduistas en Mumbai (India), la difusión de Biblias, libros y productos audiovisuales en los países del Golfo: Kuwait, Dubai, Abu Dhabi, y la simple y creativa iniciativa de una rupia al día para el Evangelio.
 
La escucha recíproca nos enriquece siempre en humanidad, fraternidad y pasión apostólica. Estamos curiosas por conocer y darles a conocer lo que otras hermanas nos comunicarán en los próximos días.
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