Para la Celebración eucarística hemos tenido la alegría de contar entre nosotras con la presencia del Padre Vincenzo Marras, nuevo superior provincial de los Paulinos de Italia.
Comentando el Evangelio de la Transfiguración, el Padre Vincenzo acentuó el valor de la escucha: «Este es mi Hijo amado: ¡escúchenlo!» (Mc 9, 7), poniéndolo en relación con nuestro tema: Habitadas por la Palabra trazamos senderos de esperanza. Reportamos aquí algunas de sus expresiones más tocantes:
Somos capaces de llevar la Palabra si nos encorvamos sobre la Palabra, pero es importante recordar, que antes la Palabra se ha encorvado sobre nosotras con la encarnación del Hijo de Dios. Ser habitadas por la Palabra es hacernos encorvar, hacernos abajar por la Palabra, para poder decir palabras que salvan, que abren nuevos horizontes, que liberan energías inesperadas: palabras que liberen y no palabras que aprisionen, palabras con «estremecimientos de profecía», porque hacen entrever más allá de nuestras palabras la Palabra. Éste es el único objetivo de nuestra misión.
Continuando los trabajos de ayer, ante todo en asamblea, hemos intentado una convergencia sobre el problema-clave que interpela hoy nuestra vida de apóstoles de la Palabra.Sucesivamente, primero en grupo y después en asamblea, se han ofrecido y discutido las orientaciones acerca de los contenidos, metodología e implicación, a ofrecer a la comisión llamada a preparar y realizar los Encuentros continentales de apostolado-economía.
Esta sesión intercapitular de dos días ha resultado una válida implicación para iniciar el proceso de rediseñación del apostolado, en respuesta a la segunda prioridad del mandato capitular. Como todo proceso se desarrollará en etapas: preparación y realización de los encuentros continentales, transmisión de los contenidos a las comunidades y a los sectores apostólicos y verificación en el 10° Capítulo general de lo que se ha podido realizar.
Agradecemos desde ya al gobierno general y a la comisión por los encuentros continentales de apostolado-economía, por la atenta escucha de nuestros deseos y por el compromiso de mejorar y actualizar la misión paulina hoy, cualificando las iniciativas consolidadas y abriéndonos con valentía al «mundo digital».