Queridas hermanas:
Poco después de la una de esta noche (hora local), en la enfermería de la comunidad de Mumbai (India), el Padre de la Luz llamó a sí para gozar de su intimidad, a nuestra hermana
MARTHI Sor URSULA ANTHONY
Nacida en Bhuigaon (Vasai – India) el l 9 de noviembre de 1968
Aproximadamente dos años atrás, el 11 de febrero de 2009, Sor Ursula padeció una operación quirúrgica por un cáncer en los ovarios. Pero de nada sirvieron los ciclos de quimioterapia que soportó con grande valentía y paciencia, con el deseo de vivir y seguir entregándose en la misión paulina. La enfermedad fue para Sor Ursula una gran experiencia formativa: el sufrimiento la ha purificado, haciéndole resplandecer con luz nueva su vida. En estos últimos años, experimentó con mayor intensidad el amor del Padre, manifestado también en el amor de las hermanas que la asistieron con afecto y ternura.
La vida paulina de Sor Ursula fue breve. Entró en la Congregación en la casa de Mumbai el 1° de agosto de1990. En Mumbai, vivió el período de la formación y el noviciado, que concluyó con la primera profesión, el 20 de febrero de 1995. Siendo joven profesa tuvo la posibilidad de experimentar, en Bangalore y en Goa, las fatigas y las alegrías en la difusión en las familias y colectiva. Luego completó los estudios teológicos, consiguiendo el diploma en teología en Pune, en el 2000,. En el 2002 tuvo la posibilidad de vivir el período de preparación a la profesión perpetua en Roma: un tiempo de gracia y de maduración en vista de pronunciar su «sí para siempre»; fue también un tiempo rico de experiencias, en el cual tuvo la gracia de vivir concretamente la universalidad de la Congregación. En la solicitud de admisión a los votos perpetuos, expresaba su profunda certeza: «Creo que la gracia de Dios, que me ha elegido, sigue viviendo en mí». «Tengo la profunda convicción: Jesús, que me ha llamado, estará siempre conmigo».
Esta conciencia fue creciendo en las experiencias sucesivas de total inserción en la vida y en la actividad de la Congregación, en Calcuta y después en Mumbai, donde por algunos años fue responsable de la producción de los audiovisuales. La música era su pasión y con la ayuda de cantantes y músicos, produjo tres álbumes musicales, dos en lengua hindi y uno en inglés.
Ciertamente la enfermedad no estaba en sus proyectos, pero gradualmente Sor Ursula supo aceptar y asumir el proyecto del Padre. Las personas que la acompañaron en su «calvario», reconocen que ha sido «maravillosa» al enfrentar el progresivo declino de sus fuerzas sin una queja. Estaba sostenida por la mirada buena y penetrante de una imagen de Jesús de Nazaret que le habían regalado. Y justamente este «Rostro» y este «Nombre» le dieron la fuerza para enfrentar el sufrimiento con fe y valentía hasta los últimos días, cuando ya no podía deglutir y debía alimentarse a través de sonda. Entregó su espíritu al Padre rodeada del afecto de los parientes, en particular de su mamá, y de todas las hermanas de la comunidad.
En la casa de Mumbai ya no resonará su bella voz, pero Sor Ursula ahora podrá cantar para siempre las alabanzas del Señor en la Jerusalén celestial. Las palabras de la liturgia de este domingo del T.O. son de particular belleza: «Invocarás y el Señor te responderá, implorarás ayuda y Él te dirá ‘Aquí estoy'» (Is 58,9). Sor Ursula ha invocado la presencia de su Señor y Él, justo hoy, le ofrece a ella y a nosotras, la respuesta más segura y consolante.
Con afecto.
Sor Anna Maria Parenzan
Vicaria general
Roma, 6 de febrero de 2011