Comienzan las «verificaciones»

El Intercapítulo continúa en clima sereno y familiar, enardecido no sólo por el sol de Roma, sino también por los muchos mensajes de augurio que llegan de cada partes del mundo. Nos sentimos como abrazadas por el afecto y la oración de nuestras hermanas, por el recuerdo de los miembros de la Familia Paulina, de amigos y colaboradores. A través del Web deseamos agradecerles a todos para decirles un gran ¡GRACIAS!
 
Estamos trabajando divididas en 4 grupos, según los continentes de proveniencia: Asia-Pacific; África-Madagascar; Europa-Québec; Continente Americano. La lengua usada es el italiano, que con frecuencia asume “matices multimediales” que hacen la comunicación más fluida y gozosa. En el primer intercambio cada hermana ha compartido el proyecto de rediseñación de su circunscripción: el proceso para realizarlo, las iniciativas actuadas y las dificultades encontradas. En particular se ha comunicado sobre cómo los “faros de luz”, es decir las prioridades que cada continente había elegido en los Encuentros continentales para la rediseñación de las presencias realizados en el 2010, han sido acogidas y vividas por las hermanas. Los “faros de luz” que han cualificado el camino de los continentes son la Palabra de Dios compartida, la fe que abre a la esperanza, la pastoral vocacional, la condivisión del carisma con los laicos, la formación y el estudio, y el uso de los nuevos media.
 
Hemos quedado asombradas escuchando cómo la animación sobre la necesidad de rediseñar y renovar nuestra vida ha encontrado en muchas hermanas gran disponibilidad al cambio de casas y de roles, acogida de una nueva organización apostólica, más adecuada a nuestras fuerzas, pero también más de acuerdo a las nuevas exigencias de la misión, apertura a unirsi en delegación con hermanas de otros países y culturas, a compartir recursos humanos y económicos entre nosotras y con naciones afectadas por distintas calamidades. Tanto que algunas superioras se han expresado así: “Hemos tocado con las manos la acción de Dios en la vida de las personas, de las comunidades y de la circunscripción”.
 
Mañana se continúa en esta línea, mirando especialmente los pasos dados juntas, como continentes, para vivir y realizar una mayor valorización y condivisión de los recursos. La palabra clave continúa siendo “nosotras”. Más que nunca tenemos necesidad de su ayuda y recuerdo.
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