Con la amplia relación de Sor M. Antonieta Bruscato sobre el camino de la congregación desde el 9° Capítulo general hasta hoy, hemos entrado en la fase de conocimiento de nuestra realidad y verificación.
Conscientes que contemplar el camino que la gracia de Dios nos ha hecho cumplirno puede prescindir del contexto social y eclesial en el cual este itinerario ha madurado y realizado, la Superiora general se ha detenido sobre algunos fermentos, transformaciones y contradicciones que caracterizan esta estación de la humanidad: la velocidad de los tiempos y de los cambios, favorecida por las oportunidades de la era digital, el planeta reducido a la dimensión de una grande plaza donde se sabe todo, pero también donde se levantan nuevos muros, la contraposición de civilizaciones y religiones, una existencia líquida, en la cual pierden consistencia los valores, al mismo tiempo que crece un subjetivismo exasperado. A pesar de todo también en nuestro hoy existen semillas de nueva vida: la creciente conciencia del valor de la persona y de sus derechos fundamentales, la sensibilidad frente al problema de la justicia y de la paz, la búsqueda de un nuevo orden económico internacional, la sensibilidad a las experiencias religiosas y místicas, la solidaridad
En esta situación compleja y desafiante, la iglesia católica está tomando conciencia de ser minoría en un mundo indiferente. Sin embargo, ser minoría no significa ser insignificantes; lo que cuenta − hoy más que nunca − es vivir según el Evangelio y testimoniar a Cristo. También nosotras, como Congregación. estamos disminuyendo en número.
Aún en la precariedad del personal, el espíritu misionero sigue siendo vivo, ya que en estos tres años un buen número de hermanas ha dejado su tierra para la misión ad gentes. Además, las nuevas fundaciones, después de 16 años de presencia, se han consolidado apostólicamente y muchas han sido bendecidas con el don de vocaciones.
Recientemente, debido al proceso de las Rediseñaciones se han reorganizado algunos confines, con la transformación en delegación de comunidades dependientes del gobierno general. Así ha nacido la delegación de East Asia formada por la delegación de Taiwán y las casas dependientes de Macao, Hong Kong y Vietnam. A esta delegación el gobierno general le ha confiado el proyecto China. Otra nueva delegación es la deÁfrica Austral, formada por las hermanas de Sudáfrica (Johannesburgo y Durban) y de Mozambique (Maputo). Se está trabajando y orando por la futura delegación de Europa Central, que será formada por las hermanas de la delegación alemana y las comunidades de Praga y Varsovia.
Sor M. Antonieta ha recorrido después el camino de Congregación, haciendo memoria de los diversos ámbitos de nuestra vida: la espiritualidad que cualifica las relaciones y unifica nuestra existencia, la formación integral y continua orientada al crecimiento de la apóstol paulina, el apostolado en el espíritu de una misión compartida.
Espiritualidad. En estos tres años, los importantes eventos eclesiales y congregacionales nos han orientado hacia una fe más viva: el Sínodo de los obispos sobre la Palabra de Dios (octubre de 2008) y la consiguiente publicación de la Exhortación apostólica Verbum Domini; el año dedicado a san Pablo (junio 2008-junio 2009); el proceso de rediseñación, que ha tocado todas las expresiones de nuestra vida y la profundización de las Constituciones. Sin embargo, se advierte la necesidad de una metodología que permita una mayor asimilación de los contenidos recibidos, para caminar hacia la unidad de vida, fruto de un proceso de maduración humana y espiritual, de discernimiento, oración y apertura al Señor.
Formación. En nuestra Congregación, la formación es también una realidad compleja que refleja las dificultades y los desafíos provenientes del cambio radical de la realidad social, cultural, familiar, pero también de las mediaciones formativas (formadoras, comunidades, realidades apostólicas). De hecho estas pueden favorecer, pero también obstaculizar el proceso de asunción de la identidad paulina. Las varias iniciativas como el Seminario Internacional para las formadoras, el Curso anual sobre el carisma de la Familia Paulina, la sesión de profundización sobre el carisma paulino, los estudios de base y de especialización en Roma y en el extranjero, etc. se han mostrado intensamente válidas para una formación más cualificada.
Apostolado. La globalización, las nuevas tecnologías y la cultura de la era digital ofrecen extraordinarias oportunidades para el apostolado paulino de anuncio del Evangelio a todos con el corazón y la mente de Pablo, pero constituyen también enormes desafíos que pueden ser enfrentados con eficacia solamente juntas y con un sólido bagaje espiritual y cultural.
En efecto, el relanzamiento de la misión es un imperativo audaz y urgente propuesto por el 9º Capítulo general como revisión del apostolado a la luz del carisma. La Palabra de Dios en la elección de los contenidos, la recalificación de los centros de difusión, la centralidad de los destinatarios, la colaboración a diversos niveles serán elementos constitutivos del Proyecto integral de evangelización, objeto de los encuentros continentales de apostolado-conomía programados para el 2011 y 2012.
El conocimiento de la realidad de la Congregación ha sido ampliada por la relación de Sor Gabriella Santon, ecónoma general. También ella ha iniciado dando un vistazo sobre la realidad económica para después enfocar nuestra situación.
En el 2010 las personas que han sufrido el hambre han sido mil millones, veinte millones, el dato más alto que la historia haya registrado. En una situación de crisis mundial como la actual, la utilización de los recursos económicos en ventaja de la misión es una preocupación que toca nuestra misma identidad y credibilidad. Pero esta crisis podría ser una gran oportunidad para reflexionar sobre nuestra administración y sobre cómo vivimos la pobreza, gozne de la vida paulina.
Es el momento de preguntarnos: ¿Qué hacer para que las obras sean suficientemente productivas de modo que podamos continuar, con nuestros recursos, a ejercer y desarrollar la misión en cada lugar y nación?.
La solución alberioniana es tener gran confianza en la Providencia, y al mismo tiempo, organizarnos, uniendo las fuerzas e incrementando la solidariedad entre nosotras.
Debemos tener la valentía, la humildad y la sabiduría de hacer alianzas que nos permitan crecer juntas, superar las dificultades de estructuras de mercado. Alianzas que se basan sobre la unidad de intentos para dar respuestas adecuadas a las necesidades de la humanidad, alianza que permitan a las circunscripciones que son más débiles a no desalentarse y nos lleven a vivir la comunión y el apoyo reciproco, reavivando el sentido de pertenencia que siempre nos ha caracterizado.
Un importante elemento de este cuadro global de la congregación es la comunicación del camino de cada circunscripción, que se realizará en estos días a nivel de grupos continentales y de sucesivas relaciones en asamblea.